lunes, 27 de marzo de 2017

SEMANA DEL 27 DE MARZO AL 2 DE ABRIL

DOMINGO 2 ABRIL



“Estas cosas encárgalas a hombres fieles”


“Estas cosas encárgalas a hombres fieles, quienes, a su vez, estarán adecuadamente capacitados para enseñar a otros” (2 TIM. 2:2).

1, 2. ¿Cuánta importancia le da mucha gente a su trabajo?
MUCHAS personas se definen a sí mismas por el trabajo que hacen. Consideran que el empleo o la posición determinan su valor. En algunas culturas, una de las primeras preguntas que se le hace a alguien es en qué trabaja.
La Biblia menciona a veces el nombre de algunas personas junto con el trabajo que hacían. Habla de “Mateo el recaudador de impuestos”, de “cierto Simón, curtidor”, y de “Lucas el médico amado” (Mat. 10:3; Hech. 10:6; Col. 4:14). Los privilegios espirituales también identifican a las personas. Podemos leer sobre el Rey David, el profeta Elías y elapóstol Pablo. Estos hombres apreciaban mucho las responsabilidades que Dios les había confiado. Nosotros debemos hacer lo mismo.
3. ¿Por qué es necesario que los mayores capaciten a hermanos más jóvenes? (Vea las fotos del principio).
A muchos nos encanta la asignación que tenemos y nos gustaría disfrutarla siempre. Lamentablemente, desde los días de Adán, las generaciones envejecen y son sustituidas por otras (Ecl. 1:4). En años recientes, este hecho ha presentado retos singulares a los cristianos. El alcance y la complejidad de la obra del pueblo de Jehová son hoy mayores que antes. Para poner en marcha nuevos proyectos, necesitamos adoptar nuevos métodos. A menudo, eso implica usar la tecnología, que cambia constantemente. Algunos hermanos mayores tienen dificultades para mantenerse al día con estos avances (Luc. 5:39). Incluso cuando no es así, los jóvenes suelen tener más fuerzas y energías que ellos (Prov. 20:29). Por lo tanto, es una muestra de amor el que los mayores preparen a los jóvenes para asumir más responsabilidades; además, es lo más conveniente (lea Salmo 71:18).
(Salmo 71:18) Y aun hasta la vejez y canicie, oh Dios, no me dejes, hasta que informe acerca de tu brazo a la generación; a todos los que han de venir, acerca de tu poderío.
4. ¿Por qué les resulta difícil delegar autoridad a algunos hermanos? (Vea el recuadro “Por qué no delegan algunos”).
No siempre es fácil delegar en alguien más joven la autoridad que uno tiene. Algunos temen perder una posición que valoran mucho. A otros les preocupa perder el control, porque están seguros de que los jóvenes no pueden hacer las cosas tan bien como ellos. Y hay quienes consideran que no tienen tiempo para capacitar a alguien. Por otra parte, los jóvenes deben tratar de no ser impacientes cuando no les dan más cosas que hacer.
5. ¿Qué preguntas analizaremos?
Abordemos el tema de delegar tareas desde dos ángulos. Primero: ¿cómo pueden ayudar los mayores a los jóvenes a atender más responsabilidades, y por qué es importante? (2 Tim. 2:2). Segundo: ¿por qué es necesario que los jóvenes tengan la actitud correcta cuando ayudan a los hermanos con más experiencia y aprenden de ellos? Para empezar, veamos cómo el rey David preparó a su hijo para encargarse de una labor fundamental.

DAVID PREPARÓ Y APOYÓ A SALOMÓN

6. ¿Qué quería hacer el rey David, y qué respondió Jehová?
Después de vivir como un fugitivo durante años, David se convirtió en rey y se instaló en una casa cómoda. Pero le preocupaba mucho que no hubiera una casa dedicada a Jehová. Por eso, decidió construir un templo. Le dijo al profeta Natán: “Aquí estoy yo morando en una casa de cedros, pero el arca del pacto de Jehová está bajo telas de tienda”. Natán le respondió: “Todo lo que esté en tu corazón, hazlo, porque el Dios verdadero está contigo”. Pero Jehová no estuvo de acuerdo y mandó a Natán que le dijera: “No serás tú quien me edifique la casa en que he de morar”. Aunque Jehová le aseguró a David que continuaría contando con su cariño y bendición, mandó que su hijo, Salomón, construyera el templo. ¿Cómo reaccionó David? (1 Crón. 17:1-4, 8, 11, 12; 29:1).
7. ¿Cómo reaccionó David al conocer las instrucciones de Jehová?
David no se decepcionó, dándole vueltas a la idea de que no se llevaría el mérito por la construcción, ni retiró su apoyo al proyecto. Y, en efecto, al edificio se le conoció como el templo de Salomón, no de David. Quizás David se sintió frustrado al no poder cumplir su deseo, pero ofreció todo su respaldo. Organizó con entusiasmo grupos de trabajo y reunió hierro, cobre, plata, oro y madera de cedro. Además, animó a Salomón. Le dijo: “Ahora, hijo mío, que Jehová resulte estar contigo, y tienes que lograr éxito y edificar la casa de Jehová tu Dios, tal como él ha hablado respecto a ti” (1 Crón. 22:11, 14-16).
8. ¿Por qué pudo haber pensado David que Salomón no estaba preparado para dirigir la obra, pero qué hizo?
(Lea 1 Crónicas 22:5). David podría haber pensado que Salomón no estaba capacitado para dirigir una obra tan importante. Al fin y al cabo, el templo debía ser sumamente magnífico, y Salomón era joven e inexperto. Pero sabía que Dios capacitaría a Salomón para realizar el proyecto que se le había encargado. Así que se concentró en cómo podía ayudar y preparó una gran cantidad de materiales.
(1 Crónicas 22:5) Por consiguiente, David dijo: “Salomón mi hijo es joven y delicado, y la casa que ha de edificarse a Jehová ha de ser sobrepujantemente magnífica en cuanto a hermosa distinción para todos los países. Déjame, pues, hacerle preparativos”. De modo que David hizo preparativos en grandes cantidades antes de su muerte.
PREPARAR A OTROS NOS HACE FELICES

9. ¿Por qué pueden sentirse felices los mayores cuando delegan responsabilidades? Ponga un ejemplo.
Los hermanos mayores no tienen que desilusionarse cuando llega la hora de cederles sus asignaciones a los más jóvenes. Lo mejor para nuestra obra es que se los capacite para que lleven más responsabilidades. Los hermanos nombrados deberían sentir una gran satisfacción cuando los jóvenes que han preparado están listos para encargarse del trabajo. Para ilustrarlo, pensemos en un padre que le enseña a conducir a su hijo. Cuando el niño es pequeño, se limita a observar a su padre. Cuando es un poco mayor, este le explica lo que hace. Luego, cuando el hijo ya tiene edad para conducir, su padre le sigue dando instrucciones. A veces se turnan para conducir, pero, con el tiempo, es el hijo quien lleva siempre o casi siempre a su padre en el automóvil. El padre sensato no piensa que siempre deba tener el control, sino que se alegra de delegarlo en su hijo. De igual modo, los mayores se sienten orgullosos cuando los jóvenes que han capacitado asumen responsabilidades en la organización.
10. ¿Cómo veía Moisés el prestigio y la autoridad que tenía?
10 Los hombres de más edad no deben sentir celos. Fijémonos en la reacción de Moisés cuando algunos en el campamento de Israel empezaron a portarse como profetas (lea Números 11:24-29). Josué, su ayudante, quiso detenerlos. Debió pensar que Moisés perdería prestigio y autoridad. Pero él le dijo: “¿Sientes celos por mí? No, ¡quisiera yo que todo el pueblo de Jehová fueran profetas, porque Jehová pondría su espíritu sobre ellos!”. Moisés se dio cuenta de que Jehová estaba dirigiendo los asuntos. No quería recibir toda la honra. Deseaba que todos los siervos de Jehová tuvieran los mismos dones espirituales. ¿Sentimos lo mismo? ¿Nos alegra que otros reciban privilegios que podríamos haber recibido nosotros?
(Números 11:24-29) Después de eso Moisés salió y habló al pueblo las palabras de Jehová. Y se puso a reunir setenta hombres de los ancianos del pueblo, y procedió a hacer que estuvieran de pie alrededor de la tienda. 25 Entonces Jehová descendió en una nube y le habló y le quitó parte del espíritu que estaba sobre él y lo puso sobre cada uno de los setenta ancianos. Y aconteció que, tan pronto como el espíritu se posó sobre ellos, entonces procedieron a actuar como profetas; pero no volvieron a hacerlo. 26 Ahora bien, dos de los hombres habían quedado en el campamento. El nombre del uno era Eldad, y el nombre del otro era Medad. Y el espíritu empezó a posarse sobre ellos, puesto que se contaban entre los anotados, pero no habían salido a la tienda. De modo que se pusieron a actuar como profetas en el campamento. 27 Y un joven se puso a correr e informarlo a Moisés y a decir: “¡Eldad y Medad están actuando como profetas en el campamento!”. 28 Entonces Josué hijo de Nun, el ministro de Moisés desde su mocedad en adelante, respondió y dijo: “¡Señor mío, Moisés, deténlos!”. 29 Sin embargo, Moisés le dijo: “¿Sientes celos por mí? No, ¡quisiera yo que todo el pueblo de Jehová fueran profetas, porque Jehová pondría su espíritu sobre ellos!”.
11. ¿Qué dijo un hermano sobre pasar a otros sus responsabilidades?
11 Hay muchos hermanos que han trabajado por décadas con entusiasmo y que han preparado a otros para encargarse de más responsabilidades. Por ejemplo, Peter sirvió por más de setenta y cuatro años de tiempo completo, treinta y cinco de los cuales fueron en una sucursal europea. Hasta hace poco, era el superintendente del Departamento de Servicio. Pero ahora el responsable es Paul, un hermano más joven que trabajó con Peter varios años. Cuando le preguntaron qué pensaba del cambio, Peter dijo: “Estoy muy contento de que se haya preparado a hermanos para atender más responsabilidades y de que lo estén haciendo tan bien”.

LOS HERMANOS MAYORES SON MUY VALIOSOS

12. ¿Qué nos enseña el ejemplo de Rehoboam?
12 Rehoboam llegó a ser rey al morir su padre, Salomón. Cuando necesitó guía sobre cómo llevar sus responsabilidades, primero preguntó a los hombres mayores. Pero, en lugar de escuchar sus consejos, prefirió hacer lo que le dijeron los más jóvenes, que se habían criado con él y ahora lo atendían. El resultado fue un desastre (2 Crón. 10:6-11, 19). ¿Qué aprendemos? Que lo mejor es pedir consejo a los hermanos mayores y experimentados y tenerlo muy en cuenta. Aunque los jóvenes no deben sentirse obligados a hacer las cosas como se han hecho siempre, tampoco deben rechazar automáticamente las recomendaciones de los de más experiencia.
13. ¿Qué cooperación debe haber entre los jóvenes y los mayores?
13 Puede que algunos jóvenes se encarguen ahora de coordinar el trabajo de hermanos con más edad que ellos. Aunque los papeles hayan cambiado, harán bien en aprovechar la sabiduría y experiencia de los mayores al tomar decisiones. Paul, a quien mencionamos antes, dijo: “Dedicaba tiempo a pedirle consejo a Peter, y animaba a los hermanos del departamento a hacer lo mismo”.
14. ¿Qué nos enseña la forma en que colaboraron Timoteo y Pablo?
14 Cuando era joven, Timoteo trabajó muchos años con el apóstol Pablo (lea Filipenses 2:20-22). Este les escribió a los corintios: “Les envío a Timoteo, puesto que él es mi hijo amado y fiel en el Señor; y él les recordará mis métodos relacionados con Cristo Jesús, así como yo estoy enseñando en todas partes en toda congregación” (1 Cor. 4:17). Esta breve declaración indica que Pablo y Timoteo colaboraron estrechamente. Pablo se había tomado el tiempo para enseñarle a Timoteo sus “métodos relacionados con Cristo”. Por su parte, Timoteo fue un buen alumno y se ganó el cariño de su maestro. Pablo no dudaba de que Timoteo atendería bien las necesidades espirituales de los hermanos de Corinto. Los ancianos deben imitar este excelente ejemplo al capacitar a otros hombres para que cuiden a la congregación.
(Filipenses 2:20-22) Porque no tengo a ningún otro de disposición como la de él, que genuinamente cuide de las cosas que tienen que ver con ustedes. 21 Porque todos los demás buscan sus propios intereses, no los de Cristo Jesús. 22 Pero ustedes saben la prueba que él dio de sí mismo, que, cual hijo con su padre, sirvió como esclavo conmigo en el adelanto de las buenas nuevas.

TODOS SOMOS ÚTILES

15. ¿Cómo nos ayuda el consejo de Pablo a los romanos cuando nos afectan los cambios?
15 Estamos viviendo en una época muy emocionante. La parte terrestre de la organización de Jehová está creciendo de muchas maneras, pero ese crecimiento exige cambios. Si esos cambios nos afectan, seamos humildes y mantengamos en primer lugar los intereses de Jehová, no los nuestros. Hacerlo fortalecerá la unidad. En su carta a los romanos, Pablo escribió: “Digo a cada uno que está allí entre ustedes que no piense más de sí mismo de lo que sea necesario pensar; sino que piense de tal modo que tenga juicio sano, cada uno según le haya distribuido Dios una medida de fe. Porque así como en un solo cuerpo tenemos muchos miembros, pero los miembros no tienen todos la misma función, así nosotros, aunque muchos, somos un solo cuerpo en unión con Cristo” (Rom. 12:3-5).
16. ¿Qué podemos hacer todos para mantener la paz y la unidad en el pueblo de Dios?
16 No importa cuál sea nuestra situación, hagamos todo lo posible para apoyar el magnífico Reino de Jehová. Si es un hermano mayor, capacite a los más jóvenes para que se encarguen de lo que usted hace. Si es joven, acepte más responsabilidades, sea modesto y muestre respeto a los mayores. Y esposas, sean como Priscila, la esposa de Áquila, que estuvo fielmente junto a su esposo y lo apoyó en toda circunstancia (Hech. 18:2).
17. ¿Cuánta confianza tenía Jesús en sus discípulos, y para qué los entrenó?
17 Jesús nos puso el mejor ejemplo de cómo capacitar a otros para que reciban más responsabilidades. Sabía que no estaría en la Tierra para siempre y que otros tendrían que hacerse cargo de su ministerio. Aunque sus discípulos eran imperfectos, confiaba en ellos y les dijo que harían obras mayores que él (Juan 14:12). Los entrenó a conciencia, y llevaron las buenas nuevas por todo el mundo conocido entonces (Col. 1:23).
18. a) ¿Qué futuro nos espera? b) ¿Qué podemos hacer ahora?
18 Luego de dar su vida en sacrificio, Jesús resucitó y volvió al cielo. Allí recibió más trabajo y una posición que está “muy por encima de todo gobierno y autoridad y poder y señorío” (Efes. 1:19-21). Si morimos fieles antes del Armagedón, resucitaremos en un nuevo mundo justo, donde tendremos mucho trabajo agradable. Mientras tanto, hay una obra muy importante en la que todos podemos participar: predicar las buenas nuevas y hacer discípulos. Por eso, seamos jóvenes o mayores, tengamos “mucho que hacer en la obra del Señor” (1 Cor. 15:58).
POR QUÉ NO DELEGAN ALGUNOS
1
Temen no llevarse todo el mérito.
Sin embargo, todo el reconocimiento debe ser para Jehová (Sal. 115:1).
2
No quieren dejar de hacer el trabajo que les gusta.
Pero preparar a otros nos hace felices (Hech. 20:35).
3
Temen que las cosas no se harán bien.
No obstante, Dios puede capacitar a otros para que hagan el trabajo (Sal. 37:5).
4
No quieren perder el control de su asignación.
Sin embargo, lo mejor es reconocer que Jehová es quien tiene el control (Is. 45:6, 7).
5
Creen que no tienen tiempo para dar preparación.
Pero preparar a otros ahorrará tiempo a largo plazo (Efes. 5:15, 16).
¿RECUERDA USTED?
  • ¿Cómo reaccionó David cuando supo que su hijo construiría el templo de Dios?
  • ¿Por qué deben ayudar los mayores a los jóvenes a atender más responsabilidades?
  • ¿Qué actitud deben tener los hermanos jóvenes cuando se encargan del trabajo que hacían los mayores?
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Sirvamos a Dios en unidad


1. Como ovejas en el redil
nos congrega el Dios feliz,
y nos une en lazos de paz,
de afecto y amistad.
De un remanso grato
disfrutamos ya.
En la obra de nuestro Rey
aún nos queda mucho que hacer.
Con Jesús, sirvamos a Dios
en armoniosa unión.
2. Te rogamos, Padre Jehová,
que nos una el mismo pensar,
que en nosotros reine el amor
y no haya disensión.
Paz y armonía
nos regalas tú.
Al mostrar amor fraternal,
la concordia florecerá.
Con tu ayuda perdurará
por siempre la unidad.

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lunes, 20 de marzo de 2017

SEMANA DEL 20 AL 26 DE MARZO 2017

DOMINGO 26 DE MARZO




Podemos ser modestos cuando se nos pone a prueba


“¿Y qué es lo que Jehová está pidiendo de vuelta de ti sino [...] ser modesto al andar con tu Dios?” (MIQ. 6:8).
1-3. a) ¿Qué error cometió el profeta de Judá? b) ¿Cuál fue el resultado? (Vea el dibujo del principio).
UN DÍA, Jehová envió a un profeta de Judá a Jeroboán, un rey apóstata de Israel, para entregarle un duro mensaje. El humilde profeta cumplió fielmente con su comisión, y Jehová lo protegió de la violenta reacción de Jeroboán (1 Rey. 13:1-10).
De regreso a casa, el profeta se topó con un hombre mayor que él y que vivía en la cercana Betel. Este hombre, que se presentó como un profeta de Jehová, lo engañó para que desobedeciera las estrictas instrucciones que Dios le había dado de no comer pan ni beber agua en Israel y de no volver por donde había ido. A Dios no le gustó que su profeta no le hiciera caso. Más tarde, un león lo encontró por el camino y lo mató (1 Rey. 13:11-24).
¿Por qué dejó de actuar con modestia este profeta y se atrevió a irse con aquel hombre que lo estaba engañando? La Biblia no lo dice. Tal vez se olvidó totalmente de que debía ser modesto al andar con Dios (lea Miqueas 6:8). En las Escrituras, andar con Jehová significa confiar en él, apoyar su soberanía y seguir sus instrucciones. La persona modesta sabe muy bien que puede y debe comunicarse constantemente con Dios, su Padre cariñoso y todopoderoso. El profeta podía haberle pedido a Jehová que le aclarara sus instrucciones, pero la Biblia no dice que lo hiciera. En ocasiones, nosotros también tenemos que tomar decisiones difíciles, y puede que no sepamos muy bien lo que debemos hacer. Ser modestos y pedirle a Dios que nos dirija nos ayudará a no cometer errores graves.
(Miqueas 6:8) Él te ha dicho, oh hombre terrestre, lo que es bueno. ¿Y qué es lo que Jehová está pidiendo de vuelta de ti sino ejercer justicia y amar la bondad y ser modesto al andar con tu Dios?
4. ¿Qué analizaremos en este artículo?
En el artículo anterior, aprendimos por qué sigue siendo importante la modestia para los cristianos y qué implica ser modestos. Pero ¿qué situaciones podrían poner a prueba nuestra modestia? ¿Cómo podemos desarrollar esta deseable cualidad, de manera que seamos modestos incluso cuando es difícil? Para contestar estas preguntas, hablaremos de tres situaciones comunes que pueden poner a prueba la modestia y veremos cómo actuar en cada caso (Prov. 11:2).

CUANDO CAMBIAN LAS CIRCUNSTANCIAS

5, 6. ¿Cómo demostró Barzilai que era modesto?
Los cambios de circunstancias o de asignación pueden poner a prueba la modestia. Veamos un ejemplo. Barzilai, un hombre de 80 años, debió sentirse muy honrado cuando David lo invitó a vivir en el palacio. Aceptar la oferta le habría permitido seguir disfrutando de la compañía del rey. Sin embargo, Barzilai la rechazó. Le dijo a David que, como era muy mayor, no quería ser una carga. Recomendó que en su lugar fuera Kimham, probablemente uno de sus hijos (2 Sam. 19:31-37).
La modestia ayudó a Barzilai a tomar una decisión razonable. No rechazó la invitación de David porque no se sintiera capaz de asumir más responsabilidades o porque quisiera vivir tranquilamente en su vejez. Solo reconoció que su situación había cambiado y que tenía limitaciones. No quería aceptar más de lo que era razonable para su edad (lea Gálatas 6:4, 5). Si nos centramos en la posición, en destacar o en recibir reconocimiento, estamos preparando el terreno para el egoísmo, la competencia y, al final, la decepción (Gál. 5:26). Por el contrario, la modestia hace que unamos esfuerzos y habilidades para darle gloria a Jehová y ayudar a los demás (1 Cor. 10:31).
(Gálatas 6:4, 5) Pero que cada uno pruebe lo que su propia obra es, y entonces tendrá causa para alborozarse respecto de sí mismo solo, y no en comparación con la otra persona. 5 Porque cada uno llevará su propia carga de responsabilidad.
7, 8. ¿Por qué nos ayuda la modestia a no confiar demasiado en nosotros mismos?
Una mayor responsabilidad suele venir acompañada de mayor autoridad, y eso puede poner a prueba la modestia. Cuando Nehemías se enteró de las súplicas que hacían los habitantes de Jerusalén, le hizo ruegos a Dios (Neh. 1:4, 11). La respuesta favorable de Jehová llegó cuando el rey Artajerjes lo nombró gobernador de la región. A pesar de tener una posición importante, riquezas y mucha autoridad, Nehemías nunca se apoyó en su experiencia o aptitudes. Continuó andando con Dios. No dejó de buscar su guía en la Ley (Neh. 8:1, 8, 9). No fue un tirano. Al contrario, utilizó sus propios recursos para servir al pueblo (Neh. 5:14-19).
El ejemplo de Nehemías nos enseña que, cuando recibimos una nueva asignación o más responsabilidades, la modestia impedirá que creamos que no necesitamos la ayuda de nadie. Un anciano podría confiar en su experiencia y empezar a atender asuntos de la congregación sin orar antes. Otros tal vez tomen una decisión y después le pidan a Jehová que la bendiga. ¿Sería eso modestia? La persona modesta siempre está al tanto de cuál es su posición ante Dios y en su organización. Lo importante no son nuestras capacidades. Debemos tener cuidado de no confiar demasiado en nosotros mismos, especialmente cuando estamos ante una situación o un problema que conocemos bien (lea Proverbios 3:5, 6). Los que pertenecemos a “la casa de Dios” aprendemos a preocuparnos por cumplir con nuestro papel en la familia y en la congregación, no por conseguir prestigio o ir escalando posiciones (1 Tim. 3:15).
(Proverbios 3:5, 6) Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. 6 En todos tus caminos tómalo en cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas.
CUANDO NOS CRITICAN O NOS ALABAN

9, 10. ¿Cómo nos ayuda la modestia a enfrentarnos a la crítica injusta?
Cuando se nos critica injustamente, puede ser difícil controlar los sentimientos. Ana era estéril y, aunque su esposo la amaba, lloraba mucho porque su rival, Peniná, se burlaba de ella sin piedad. Además, en una ocasión en que Ana oraba en el tabernáculo, el sumo sacerdote, Elí, la acusó de estar borracha. ¿Puede creerlo? A pesar de todo, Ana fue modesta, mantuvo la calma y le respondió con respeto. Tiempo después, hizo una oración conmovedora que encontramos en la Biblia, llena de expresiones de fe, alabanzas a Jehová y agradecimiento (1 Sam. 1:5-7, 12-16; 2:1-10).
10 La modestia también nos ayuda a seguir “venciendo el mal con el bien” (Rom. 12:21). El mundo de Satanás está lleno de injusticias, y debemos luchar por no indignarnos en exceso debido a la conducta de la gente mala (Sal. 37:1). Por otra parte, los problemas entre hermanos espirituales pueden provocar un dolor más fuerte. Pero la persona modesta imita a Jesús. La Biblia dice: “Cuando lo estaban injuriando, no se puso a injuriar en cambio [...], sino que siguió encomendándose al que juzga con justicia” (1 Ped. 2:23). Sabía que la venganza le pertenece a Jehová (Rom. 12:19). A los cristianos se nos manda a ser humildes como él, a no pagar “injuria por injuria” (1 Ped. 3:8, 9).
11, 12. a) ¿Cómo nos ayuda la modestia cuando recibimos muchos halagos? b) ¿Qué efecto debe tener la modestia en la manera de vestirnos, arreglarnos y comportarnos?
11 Recibir muchos halagos o felicitaciones también puede poner a prueba nuestra modestia. Pensemos en la excelente reacción de Ester cuando su vida cambió de repente. Era de una belleza extraordinaria, y durante un año la trataron con toda clase de lujos y atenciones. Estaba rodeada de muchas mujeres jóvenes de todo el Imperio persa que competían por conseguir la atención del rey. Pero no perdió la compostura y siguió siendo respetuosa. No se hizo presumida o inmodesta ni siquiera cuando el rey la escogió como reina (Est. 2:9,12, 15, 17).
¿Qué dice nuestra forma de arreglarnos? ¿Que respetamos a Jehová y al prójimo, 
o que nos falta modestia? (Vea el párrafo 12).
12 La modestia nos ayuda a vestirnos, arreglarnos y comportarnos siempre de manera decente y respetable. También nos hace ver que, para ganarnos a la gente, no es necesario llamar su atención indebidamente sobre nosotros, sino mostrar un “espíritu quieto y apacible” (lea 1 Pedro 3:3, 4; Jer. 9:23, 24). Tarde o temprano, nuestras acciones sacarán a la superficie el orgullo o la vanidad que tengamos en el corazón. Por ejemplo, podríamos dar a entender que tenemos privilegios especiales, acceso a información que no es de dominio público o una amistad cercana con hermanos prominentes. O quizás explicar las cosas de tal forma que solo nosotros nos llevemos el mérito por alguna idea o logro al que también contribuyeron otras personas. Una vez más, Jesús nos puso un magnífico ejemplo de modestia. Solía citar de las Escrituras Hebreas o aludir a ellas. Lo hacía para que sus oyentes se dieran cuenta de que sus enseñanzas venían de Jehová y no eran fruto de su inteligencia o sabiduría (Juan 8:28).
(1 Pedro 3:3, 4) Y que su adorno no sea el de trenzados externos del cabello ni el de ponerse ornamentos de oro ni el uso de prendas de vestir exteriores, 4 sino que sea la persona secreta del corazón en la [vestidura] incorruptible del espíritu quieto y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios.
(Jeremías 9:23, 24) Esto es lo que ha dicho Jehová: “No se gloríe el sabio a causa de su sabiduría, y no se gloríe el poderoso a causa de su poderío. No se gloríe el rico a causa de sus riquezas”. 24 “Pero el que se gloría, gloríese a causa de esta misma cosa: de tener perspicacia y de tener conocimiento de mí, que yo soy Jehová, Aquel que ejerce bondad amorosa, derecho y justicia en la tierra; porque en estas cosas de veras me deleito”, es la expresión de Jehová.
CUANDO EL FUTURO ES INCIERTO

13, 14. ¿Cómo nos ayuda la modestia a tomar buenas decisiones?
13 También se puede poner a prueba la modestia cuando se toman decisiones. Mientras el apóstol Pablo estaba en Cesarea, Ágabo le profetizó que, si llegaba a Jerusalén, sería arrestado. Incluso podrían matarlo. Temiendo lo peor, los hermanos le suplicaron que no fuera, pero no lo convencieron. Pablo no confiaba demasiado en sí mismo ni dejó que lo paralizara el miedo. Se apoyó totalmente en Dios y estaba preparado para cumplir con su asignación y aceptar todo lo que Jehová permitiera. Al ver su determinación, los hermanos respondieron con modestia y dejaron de tratar de hacerle cambiar de opinión (Hech. 21:10-14).
14 La modestia también nos puede ayudar a tomar buenas decisiones incluso cuando no sabemos o no podemos controlar todo lo que va a ocurrir. Por ejemplo, si empezamos a servir de tiempo completo, ¿qué pasará si enfermamos? ¿Y si necesitan ayuda nuestros padres mayores? ¿Quién cuidará de nosotros cuando hayamos envejecido? Por mucho que oremos o investiguemos, no lograremos encontrar la respuesta a este tipo de preguntas (Ecl. 8:16, 17). La confianza en Jehová nos ayudará a reconocer y a aceptar nuestras limitaciones. Después de investigar, pedir consejo y buscar la guía de Jehová en oración, debemos ir por donde nos dirija el espíritu de Dios (lea Eclesiastés 11:4-6). De ese modo, Jehová puede bendecir nuestra decisión o encaminarnos con cariño hacia otras metas (Prov. 16:3, 9).
(Eclesiastés 11:4-6) El que está vigilando el viento no sembrará; y el que está mirando las nubes no segará. 5 Tal como no te das cuenta de cuál es el camino del espíritu en los huesos dentro del vientre de la que está encinta, de igual manera no conoces la obra del Dios [verdadero], que hace todas las cosas. 6 Por la mañana siembra tu semilla, y hasta el atardecer no dejes descansar la mano; pues no sabes dónde tendrá éxito esto, aquí o allí, o si ambos a la par serán buenos.
CÓMO DESARROLLAR LA MODESTIA

15. ¿Por qué nos ayuda a ser humildes reflexionar en cómo es Jehová?
15 Son muchas las ventajas de la modestia. Por ello, debemos preguntarnos: ¿cómo puedo desarrollarla todavía más? Veamos cuatro maneras. Primero, debemos meditar en la posición y en las cualidades de Jehová, inmensamente superiores a las nuestras (Is. 8:13). Recordemos que andamos con el Dios Todopoderoso, no con un ángel o con otro ser humano. Tener esto presente nos impulsará a humillarnos “bajo la poderosa mano de Dios” (1 Ped. 5:6).
16. ¿Por qué nos impulsa a ser modestos meditar en el amor de Dios?
16 En segundo lugar, meditar en el amor de Dios nos ayudará a ser más modestos. El apóstol Pablo escribió que Jehová dio “más abundante honra” a las partes menos honorables del cuerpo (1 Cor. 12:23, 24). De igual modo, se preocupa por cada uno de nosotros a pesar de nuestras limitaciones. No nos compara con otros ni deja de querernos cuando cometemos errores. Gracias a su amor, nos sentimos seguros sea cual sea nuestro lugar en su organización.
17. ¿Qué efecto tendrá en nosotros fijarnos en las cosas buenas de los demás?
17 En tercer lugar, si nos fijamos en las cosas buenas de los demás, igual que hace Jehová, valoraremos más nuestro papel en su organización. En vez de buscar ser el centro de atención o el que siempre dice lo que hay que hacer, procuraremos ser modestos y pedir y aceptar sugerencias (Prov. 13:10). Nos alegraremos cuando otros reciban privilegios y alabaremos a Jehová por bendecir a “toda la asociación de [...] hermanos en el mundo” (1 Ped. 5:9).
18. ¿Qué tenemos que hacer para que la conciencia nos ayude a reconocer lo que es decente?
18 Y cuarto, usar los principios bíblicos para educar nuestra conciencia hará que reconozcamos mejor lo que es decente y respetable. Aprender a ver las cosas como las ve Jehová nos ayudará a tener buen juicio. Si estudiamos regularmente, oramos y ponemos en práctica lo que Dios nos enseña, fortaleceremos poco a poco la conciencia y aprenderemos a poner a los demás en primer lugar (1 Tim. 1:5). Si hacemos nuestra parte, Jehová nos promete que terminará nuestro entrenamiento, es decir, nos ayudará a desarrollar modestia y otras cualidades cristianas (1 Ped. 5:10).
19. ¿Qué nos ayudará a ser modestos ahora y para siempre?
19 El profeta de Judá que mencionamos al principio perdió la vida y la aprobación de Dios por una sola acción inmodesta. Sin embargo, es posible ser modestos cuando se nos pone a prueba. Así lo han demostrado hombres fieles del pasado y del presente. Cuanto más tiempo llevemos andando con Jehová, más modestos deberíamos ser (Prov. 8:13). Sin importar qué lugar ocupemos en la organización, andar con Dios es un honor maravilloso e incomparable. Valoremos ese privilegio y sigamos haciendo todo lo posible por ser modestos al andar con Jehová para siempre.
¿CÓMO NOS AYUDA LA MODESTIA...
  • ... a cumplir bien con nuestras asignaciones?
  • ... cuando se nos critica o se nos alaba?
  • ... al tomar decisiones cuando el futuro es incierto?
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“Gusten y vean que Jehová es bueno”


1. Feliz quien a Dios adora,
quien siempre le da lo mejor.
No deja pasar la oportunidad
de hablar de Su Reino de amor.
(ESTRIBILLO)
La Biblia invita: “Gusta y ve
qué bondadoso es Jehová”.
Haz cuanto puedas con devoción,
y gran ganancia tendrás.
2. Si a tiempo completo sirves,
tendrás bendiciones sin par.
Confiando en Jehová en toda ocasión,
su inmensa bondad palparás.
(ESTRIBILLO)
La Biblia invita: “Gusta y ve
qué bondadoso es Jehová”.
Haz cuanto puedas con devoción,
y gran ganancia tendrás.

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PFC777