domingo, 30 de julio de 2017

SEMANA DEL 31 DE JULIO DE 2017 AL 6 DE AGOSTO DE 2017

DOMINGO 6


Jehová nos consuela en todas nuestras pruebas
“El Dios de todo consuelo [...] nos consuela en toda nuestra tribulación” (2 COR. 1:3, 4).

1, 2. ¿Cómo nos consuela Jehová, y qué seguridad nos da su Palabra?
UN HERMANO joven, al que llamaremos Eduardo, le dijo a Stephen, un anciano de más edad, que algo le preocupaba. Había estado pensando en que 1 Corintios 7:28 dice que quienes se casen “tendrán tribulación en la carne”. Así que le preguntó a Stephen, que estaba casado, qué era esa “tribulación” y cómo le haría frente si un día se casaba. Antes de responderle, Stephen le dijo que pensara en algo más que escribió el apóstol Pablo, que Jehová es “el Dios de todo consuelo, que nos consuela en toda nuestra tribulación” (2 Cor. 1:3, 4).
Sin duda, Jehová es un Padre cariñoso y nos consuela cuando tenemos problemas. Quizás usted recuerde cómo lo guió y apoyó en más de una ocasión, probablemente mediante su Palabra. Podemos estar seguros de que él desea lo mejor para nosotros, igual que lo deseó para sus siervos del pasado (lea Jeremías 29:11, 12).
(Jeremías 29:11, 12) ”‘Porque yo mismo bien conozco los pensamientos que estoy pensando para con ustedes —es la expresión de Jehová—, pensamientos de paz, y no de calamidad, para darles un futuro y una esperanza. 12 Y ustedes ciertamente me llamarán y vendrán y me orarán, y yo ciertamente les escucharé.’
3. ¿Qué preguntas responderemos?
Como en cualquier otro campo de la vida, si sabemos por qué tenemos pruebas y problemas en el matrimonio o en la familia, será más fácil soportarlos. Entonces, ¿qué podría causar la “tribulación en la carne” que mencionó Pablo? ¿Qué ejemplos de tiempos bíblicos y de nuestros días pueden darnos el consuelo que necesitamos? Saber las respuestas nos ayudará a seguir adelante.

“TRIBULACIÓN EN LA CARNE” EN EL MATRIMONIO

4, 5. Mencione algunas cosas que causan “tribulación en la carne”.
Cuando Dios casó a los primeros seres humanos, dijo: “El hombre dejará a su padre y a su madre, y tiene que adherirse a su esposa, y tienen que llegar a ser una sola carne” (Gén. 2:24). Pero, como somos imperfectos, pueden surgir tensiones cuando nos casamos y formamos un nuevo hogar (Rom. 3:23). Normalmente, el esposo asume la autoridad que antes tenían los padres, pues Dios ha establecido que él sea cabeza de la esposa (1 Cor. 11:3). Quizás no sea fácil para algunos esposos asumir este nuevo papel. Y a algunas esposas tal vez les cueste aceptar la dirección de su esposo en lugar de la de sus padres. Además, las relaciones con los parientes podrían sufrir tensiones que causen problemas a los recién casados.
Las preocupaciones aumentan cuando la mujer le dice a su esposo que van a tener un hijo. Aunque se sienten muy contentos, los inquieta que puedan surgir problemas de salud durante el embarazo o más adelante. También tendrán más gastos a corto y largo plazo. Pero ese no va a ser el único cambio. La madre le dará la mayor parte de su tiempo y atención al bebé. Y el padre tendrá nuevas responsabilidades, pues debe asegurarse de que su familia tenga lo necesario. Así que los esposos ya no podrán dedicarse el uno al otro tanto tiempo como antes.
6-8. ¿Cómo podría sentirse una pareja que no tiene hijos aunque lo desee?
Algunos matrimonios enfrentan otro problema: no tienen hijos aunque lo desean muchísimo. Ni el matrimonio ni los hijos garantizan una vida sin preocupaciones, pero desear tener hijos y no lograrlo puede ser una forma de tribulación. Algunas esposas sienten mucha angustia porque no consiguen quedar embarazadas (Prov. 13:12). En tiempos bíblicos, no poder tener hijos solía considerarse una deshonra. Raquel, esposa de Jacob, se deprimió muchísimo cuando vio que su hermana tenía hijos y ella no (Gén. 30:1, 2). A algunos misioneros que sirven en países donde la gente tiene muchos hijos les preguntan por qué no han tenido ninguno. Aunque ellos expliquen con tacto las razones, a veces les responden: “¡Qué pena! Oraremos por ustedes”.
Veamos el caso de una hermana de Inglaterra que no consiguió tener hijos aunque lo deseaba mucho. Cuando llegó a la edad en que ya no podía tenerlos, se sintió destrozada, porque se dio cuenta de que no se cumpliría su deseo en este sistema. Así que ella y su esposo decidieron adoptar un niño. Sin embargo, ella reconoció: “Pasé por un período parecido a un duelo. Sabía que no era lo mismo dar a luz a tu propio hijo que adoptar uno”.
Es verdad que la Biblia dice que a la cristiana “se le mantendrá en seguridad mediante el tener hijos” (1 Tim. 2:15). Pero estas palabras no significan que tenerlos resulta en conseguir vida eterna, sino que la mujer que es madre y tiene un hogar que atender podría evitar los chismes y meterse en los asuntos de los demás (1 Tim. 5:13). De todos modos, tendrá problemas relacionados con el matrimonio y la vida de familia.
¿Cómo superar la muerte de un ser querido? 
(Vea los párrafos 9 y 12).
9. ¿Por qué es una prueba especialmente difícil la muerte del cónyuge?
Cuando pensamos en los problemas que podría tener un matrimonio, hay uno que no siempre viene a la mente: la muerte del cónyuge. Quien la sufre tal vez nunca pensó que eso podía ocurrirle a él en este sistema. Los cristianos creen firmemente en la promesa de Jesús de la resurrección, una esperanza que consuela mucho al viudo (Juan 5:28, 29). Esta es otra manera en la que nuestro cariñoso Padre les ofrece consuelo y apoyo mediante su Palabra a los que están pasando por momentos difíciles. Veamos cómo han sentido el consuelo que Dios da algunos de sus siervos y cómo los ha ayudado esto.

CÓMO ENCONTRAR CONSUELO CUANDO SUFRIMOS PRUEBAS

10. ¿Qué consoló a Ana? (Vea el dibujo del principio).
10 Ana, la amada esposa de Elqaná, tuvo una prueba difícil: no podía tener hijos, mientras que Peniná, la otra esposa de Elqaná, sí los tenía (lea 1 Samuel 1:4-7). Año tras año, Ana tenía que aguantar las burlas de Peniná, y esto la angustiaba mucho. ¿Qué la consoló? La Biblia dice que “oraba prolongadamente delante de Jehová” para contarle su problema. Sin duda, esperaba que Dios respondiera su oración. En cualquier caso, “su rostro no volvió a mostrar preocupación” (1 Sam. 1:12,17, 18). Confiaba en que Jehová le daría un hijo o la consolaría de alguna otra forma.
(1 Samuel 1:4-7) Y llegó a haber un día en que Elqaná procedió a ofrecer sacrificio, y dio porciones a Peniná su esposa y a todos los hijos e hijas de ella;  5 pero a Ana dio una sola porción. Sin embargo, era a Ana a quien él amaba, y, en cuanto a Jehová, él había cerrado la matriz de esta. 6 Y la esposa que era su rival también la irritaba penosamente a fin de hacer que se sintiera desconcertada porque Jehová le había cerrado la matriz. 7 Y así hacía ella año por año, siempre que ella subía a la casa de Jehová. Así la irritaba, de manera que ella lloraba y no comía.
11. ¿Cómo nos consuela la oración?
11 Seguiremos sufriendo pruebas mientras seamos imperfectos y vivamos en un mundo controlado por Satanás (1 Juan 5:19). Pero sabemos que podemos contar con “el Dios de todo consuelo”. Él puede ayudarnos cuando pasamos por dificultades si, igual que Ana, le oramos de todo corazón. Como ella, tenemos que hacer más que solo contarle nuestros problemas; debemos decirle exactamente cómo nos sentimos y suplicarle intensamente, desde el corazón, que nos ayude (Filip. 4:6, 7).
12. ¿Qué ayudó a Ana a ser feliz?
12 Podemos hallar consuelo incluso si no tener hijos o la muerte de un ser querido dejan un gran vacío en nuestra vida. Recordemos a una profetisa de los días de Jesús, también llamada Ana. Se había quedado viuda después de solo siete años de matrimonio, y la Biblia no dice que haya tenido hijos. A los 84 años de edad, “nunca faltaba del templo, rindiendo servicio sagrado noche y día con ayunos y ruegos” (Luc. 2:37). Adorar a Jehová consoló a Ana y la hizo feliz.
13. Dé un ejemplo de cómo los buenos amigos pueden darnos consuelo cuando no lo encontramos en la familia.
13 También pueden darnos consuelo los buenos amigos que hemos hecho en la congregación (Prov. 18:24). Veamos un ejemplo. Paula se sintió muy triste cuando su madre dejó la verdad. Esta situación no fue fácil para ella, que solo tenía cinco años. Pero tiempo después recibió mucho ánimo de Ann, una precursora de la congregación que mostró amor e interés en ella. Paula cuenta: “Aunque Ann no era de mi familia, me resultó de gran ayuda que se preocupara por mí y fuera cariñosa conmigo”. Y añade: “Esto contribuyó a que yo siguiera sirviendo a Jehová”. Su madre volvió a la congregación, lo que ha hecho muy feliz a Paula. Ann también está muy contenta, porque ayudó a Paula a no dejar de servir a Jehová.
14. ¿Cómo nos beneficia dar consuelo?
14 Vale la pena mencionar que, cuando mostramos cariño y verdadero interés en los demás, nos libramos de algunos sentimientos negativos. Muchas hermanas, casadas o no, saben que colaborar con Dios proclamando las buenas nuevas da mucha satisfacción. Su meta es honrar a Jehová haciendo su voluntad. Para algunas de ellas, la predicación es incluso una forma de terapia. No cabe duda de que todos contribuimos a la unidad de la congregación cuando nos preocupamos por los hermanos y por las personas del territorio (Filip. 2:4). Esto fue lo que hizo el apóstol Pablo. Cuidó a los hermanos de Tesalónica como lo hace “una madre” y los consoló como su padre espiritual (lea 1 Tesalonicenses 2:7,11, 12).
(1 Tesalonicenses 2:7) Al contrario, nos hicimos amables en medio de ustedes, como cuando una madre que cría acaricia a sus propios hijos.
(1 Tesalonicenses 2:11, 12) En armonía con eso, bien saben que, como un padre hace con sus hijos, nosotros seguimos exhortando a cada uno de ustedes, y confortándolos y dándoles testimonio, 12 a fin de que siguieran andando de una manera digna de Dios, que los llama a su reino y gloria.

CONSUELO EN LA FAMILIA

15. ¿Quiénes son los principales responsables de enseñar la verdad a los niños?
15 También es importante que pensemos en el consuelo y la ayuda que les damos a las familias. A veces, hermanos que llevan poco tiempo en la congregación le piden ayuda a alguien con más experiencia para enseñarles la verdad a sus hijos, incluso que estudien la Biblia con ellos. Las Santas Escrituras dicen que los padres son los principales responsables de educar a sus hijos (Prov. 23:22;Efes. 6:1-4). Y lo siguen siendo aunque en algunos casos necesiten ayuda, que desde luego agradecen mucho. Por eso, es esencial que hablen frecuentemente con sus hijos.
16. ¿Qué cosas debemos recordar cuando se nos pide que ayudemos a un niño?
16 Si un padre nos dice que estudiemos la Biblia con su hijo, debemos recordar que no estamos asumiendo su papel. Incluso es posible que se nos pida que estudiemos con el hijo de alguien que no está interesado en la verdad. En estos casos, hay que tener presente que dar ayuda espiritual no nos convierte en su padre o madre. También es sensato estudiar en la casa de los niños cuando estén los padres o un cristiano maduro, o en un lugar público apropiado. De esta manera, no se dará lugar a malas interpretaciones. Se espera que con el tiempo los padres se encarguen de educar espiritualmente a sus hijos, tal como Jehová les manda.
17. ¿De qué maneras pueden traer consuelo los niños?
17 Los jóvenes que han aprendido a amar y obedecer a Dios son un consuelo cuando respetan a los padres, los ayudan económicamente o de otras formas y contribuyen al bienestar espiritual de la familia. Lamec, un descendiente de Set que vivió antes del Diluvio, adoraba a Jehová. Él profetizó sobre su hijo Noé: “Este nos traerá consuelo aliviándonos de nuestro trabajo y del dolor de nuestras manos que resulta del suelo que Jehová ha maldecido”. Sus palabras se cumplieron cuando Dios retiró la maldición sobre la tierra (Gén. 5:29; 8:21). En nuestros días, los niños que defienden la adoración verdadera pueden traer consuelo a su familia. Pueden ayudar a sus seres queridos a aguantar las pruebas y a sobrevivir a la destrucción que se aproxima, que será mayor que la del Diluvio.
18. ¿Qué nos ayudará a aguantar a pesar de los problemas?
18 Hoy día, millones de personas encuentran consuelo cuando oran, meditan en los ejemplos de la Biblia y buscan la amistad de otros siervos de Dios (lea Salmo 145:18, 19). Sabemos que Jehová es el único que nos puede dar consuelo permanente, y sin duda eso nos ayudará a aguantar cualquier prueba o tribulación que enfrentemos, tanto ahora como en el futuro.
(Salmo 145:18, 19) Jehová está cerca de todos los que lo invocan, de todos los que lo invocan en apego a la verdad. 19 Ejecutará el deseo de los que le temen, y oirá su clamor por ayuda, y los salvará.
¿QUÉ RESPONDERÍA?
  • ¿Por qué podemos esperar que tengamos algunos problemas en el matrimonio y en la familia?
  • ¿Cómo consoló la oración a algunas personas mencionadas en la Biblia?
  • ¿Cómo podemos consolar a los demás?
Oye mi oración
1. Oye mi voz, te ruego, Jehová;
tuyo es mi ser, soy tu propiedad.
Eres mi Dios, mi Rey salvador.
(ESTRIBILLO)
Llegue a tu trono mi oración.
2. Gracias te doy por un día más,
por tu bondad y guía al andar.
Para aguantar, te pido valor.
(ESTRIBILLO)
Llegue a tu trono mi oración.
3. Con rectitud deseo vivir,
tu ley está muy dentro de mí.
Dame, Señor, por siempre tu amor.
(ESTRIBILLO)
Llegue a tu trono mi oración.
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lunes, 24 de julio de 2017

SEMANA DEL 24 AL 30 DE JULIO 2017

DOMINGO 30


¿Me amas más que a estos?”
“Simón hijo de Juan, ¿me amas más que a estos?” (JUAN 21:15).



1, 2. Después de pasar la noche pescando, ¿qué le pasó a Pedro?
SIETE discípulos de Jesús han pasado toda la noche pescando en el mar de Galilea, pero no han atrapado nada. Jesús, que ya ha resucitado, los observa desde la playa. Les dice que hallarán peces si echan la red al lado derecho de la barca. Ellos obedecen, y se les hace muy difícil sacar la red “a causa de la multitud de peces” (Juan 21:1-6).
Después de servirles el desayuno, Jesús se dirige a Simón Pedro y le pregunta: “Simón hijo de Juan, ¿me amas más que a estos?”. ¿A qué se refiere? A Pedro le gusta mucho pescar, así que parece que le pregunta qué es lo que ama de verdad: el negocio de la pesca o a Jesús y sus enseñanzas. Su respuesta es: “Sí, Señor, tú sabes que te tengo cariño” (Juan 21:15). Pedro demostró que hablaba en serio. De ahí en adelante, se entregó a la obra de hacer discípulos y fue una columna de la congregación del primer siglo. Así mostró el cariño que sentía por Cristo.
3. ¿Con qué peligros debemos tener cuidado?
¿Qué nos enseña lo que Jesús le dijo a Pedro? Debemos tener cuidado para que nada debilite nuestro amor a Cristo o impida que pongamos primero el Reino. Jesús conocía bien la presión que ejercen las preocupaciones que hay en este sistema. En la parábola del sembrador, dijo que algunos aceptarían “la palabra del reino” y progresarían, pero que al final “la inquietud de este sistema de cosas y el poder engañoso de las riquezas” ahogarían dicha palabra (Mat. 13:19-22; Mar. 4:19). Si no tenemos cuidado, las inquietudes cotidianas pueden engañar a nuestro corazón para que tomemos las cosas espirituales con más calma. Por eso, Jesús les hizo esta advertencia a sus discípulos: “Presten atención a sí mismos para que sus corazones nunca lleguen a estar cargados debido a comer con exceso y beber con exceso, y por las inquietudes de la vida” (Luc. 21:34).
4. ¿Qué podemos hacer para saber cuánto amamos a Cristo? (Vea las fotos del principio).
Igual que hizo Pedro después de este encuentro con Jesús, nosotros demostramos la profundidad de nuestro cariño a Cristo poniendo en primer lugar la misión que nos ha encomendado. ¿Cómo podemos estar seguros de no dejar de hacerlo? Es necesario que nos preguntemos de vez en cuando: “¿A qué cosas les tengo verdadero cariño? ¿Qué actividades me hacen más feliz? ¿Las espirituales o las del mundo?”. Analicemos tres cosas que pueden debilitar nuestro amor a Cristo y a la congregación si no las mantenemos en el lugar que les corresponde: el empleo, las diversiones y las posesiones.

PONGAMOS EL EMPLEO EN EL LUGAR QUE LE CORRESPONDE

5. ¿Qué responsabilidad les asigna la Biblia a los cabezas de familia?
Pescar no era el pasatiempo de Pedro; era su forma de ganarse la vida. Los cabezas de familia saben que la Biblia les manda cubrir las necesidades materiales de los suyos (1 Tim. 5:8). Para lograrlo, tienen que trabajar mucho. Pero, además, el empleo suele ser un motivo de ansiedad en estos últimos días.
6. ¿Qué presiones sufren hoy los trabajadores?
Como la competencia para conservar uno de los pocos empleos disponibles es muy intensa, mucha gente se siente obligada a trabajar más horas, a veces por menos dinero. Además, se presiona constantemente a los empleados para que aumenten la producción. Eso tiene graves consecuencias físicas, mentales y emocionales. Quienes no están dispuestos a hacer esos sacrificios por su empresa se arriesgan a perder el trabajo.
7, 8. a) ¿A quién le debemos lealtad en primer lugar? b) ¿Qué importante lección aprendió un hermano de Tailandia sobre su empleo?
La lealtad principal del cristiano es hacia Jehová, no hacia su patrono (Luc. 10:27). El trabajo es tan solo un medio para conseguir un fin: cubrir nuestras necesidades básicas y apoyar la predicación. Pero, si no tenemos cuidado, podría estorbar el servicio que le damos a Dios. Veamos un caso. Un hermano de Tailandia cuenta: “Reparaba computadoras, un trabajo muy interesante, pero que me ocupaba muchas horas. Así que no tenía prácticamente tiempo para los asuntos espirituales. Al final me di cuenta de que debía cambiar de trabajo si quería poner primero el Reino”. ¿Qué hizo?
Él sigue contando: “Después de hacer planes por más o menos un año, decidí dedicarme a vender helados en la calle. Al principio, me costó ganar suficiente dinero, y me sentí desanimado. Cuando veía a mis antiguos compañeros, se reían de mí y me preguntaban por qué creía que vender helados era mejor que arreglar computadoras en un lugar con aire acondicionado. Le pedí a Jehová que me ayudara a aguantar y alcanzar mi meta de tener más tiempo para actividades espirituales. Las cosas no tardaron en mejorar. Conocía mejor los gustos de mis clientes y mis helados eran mejores. Al poco tiempo, vendía a diario todo el helado que hacía. La verdad es que ganaba más que cuando reparaba computadoras. Soy más feliz porque no tengo la presión ni las preocupaciones que tenía antes. Y, lo más importante, me siento más cerca de Jehová” (lea Mateo 5:3, 6).
(Mateo 5:3) “Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos.
(Mateo 5:6) ”Felices son los que tienen hambre y sed de justicia, puesto que ellos serán saciados.
9. ¿Qué nos ayudará a ser equilibrados con relación al empleo?
A Jehová le gusta que seamos buenos trabajadores, y trabajar duro produce satisfacción (Prov. 12:14). De todos modos, como descubrió el hermano mencionado antes, el empleo debe ocupar el lugar que le corresponde. Jesús dijo: “Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de Dios, y todas estas otras cosas [las necesidades materiales básicas] les serán añadidas” (Mat. 6:33). Tenemos que determinar si es equilibrado nuestro modo de ver las actividades espirituales y las que no lo son. Para ello, conviene que nos preguntemos: “¿Siento que mi empleo es interesante y emocionante mientras que las actividades espirituales me parecen rutinarias o aburridas?”. Meditar en la respuesta nos ayudará a ver qué es lo que de verdad nos interesa.
10. ¿Qué importante lección enseñó Jesús sobre lo que debe ser más importante?
10 Jesús nos enseñó a mantener en su lugar las cosas espirituales y las actividades cotidianas. En una ocasión, estaba de visita en la casa de María y Marta, que eran hermanas. Mientras Marta corría de un lado a otro para preparar la comida, María prefirió sentarse a los pies de Jesús y escucharlo. Marta se quejó de que su hermana no la ayudaba, y Jesús le dijo: “María escogió la buena porción, y no le será quitada” (Luc. 10:38-42). De esta manera, le enseñó una valiosa lección: tenemos que seguir escogiendo “la buena porción”, dar prioridad a las cosas espirituales, para que no nos distraigan los asuntos del mundo y demostrar así nuestro amor a Cristo.

CÓMO DEBEMOS VER LAS DIVERSIONES

11. ¿Qué dice la Biblia sobre el descanso?
11 Todos necesitamos tiempo para relajarnos y descansar del trabajo y de nuestras muchas ocupaciones. La Palabra de Dios dice: “En cuanto al hombre, no hay nada mejor que el que coma y en realidad beba y haga que su alma vea el bien a causa de su duro trabajo” (Ecl. 2:24). Jesús reconoció que a veces hay que descansar. Después de una campaña de predicación especialmente intensa, les dijo a sus discípulos: “Vengan, ustedes mismos, en privado, a un lugar solitario, y descansen un poco” (Mar. 6:31, 32).
12. ¿Qué cuidado hay que tener respecto al entretenimiento? Dé un ejemplo.
12 Desde luego, el entretenimiento tiene un papel importante. Sin embargo, existe el peligro de que pasar un buen rato se convierta en lo principal para nosotros. En el siglo primero, la manera de vivir de muchas personas se resumía con la frase “comamos y bebamos, porque mañana hemos de morir” (1 Cor. 15:32). Esa misma actitud ante la vida predomina hoy en muchos lugares del mundo. Por ejemplo, hace años un joven de Europa occidental comenzó a asistir a las reuniones. Pero dejó de hacerlo porque le gustaba mucho divertirse. Con el tiempo, comprendió que ese interés exagerado solo le había causado problemas y decepciones. Por eso, volvió a estudiar la Biblia y con el tiempo llegó a ser publicador. Después de bautizarse, dijo: “Lo único que lamento es haber perdido tanto tiempo antes de darme cuenta de que servir a Jehová te hace mucho más feliz que tratar de aprovechar las diversiones que ofrece el mundo”.
13. a) ¿Cuáles son los peligros del entretenimiento? Dé un ejemplo. b) ¿Qué nos ayudará a ver el entretenimiento con equilibrio?
13 El propósito del entretenimiento es sentirse mejor y recuperar fuerzas. ¿Cuánto tiempo necesitamos para conseguirlo? Pongamos un ejemplo. A muchos nos encanta comer postre de vez en cuando, pero sabemos que arruinaríamos nuestra salud si solo comiéramos dulces y postres. Por eso, normalmente tomamos alimentos nutritivos. Algo parecido pasará si dedicamos demasiado tiempo a las diversiones: nuestra salud espiritual sufrirá. Lo evitaremos si nos mantenemos muy ocupados con las actividades espirituales. ¿Cómo saber si el tiempo que dedicamos al entretenimiento es equilibrado? Durante una semana, podemos anotar las horas que pasamos en actividades espirituales, como asistir a las reuniones, predicar y estudiar solos o con la familia. Luego, comparemos esas horas con las que dedicamos, por ejemplo, a deportes, pasatiempos, la televisión o los videojuegos. El resultado nos dirá si hace falta que “comamos menos postre” (lea Efesios 5:15, 16).
(Efesios 5:15, 16) Así es que vigilen cuidadosamente que su manera de andar no sea como imprudentes, sino como sabios, 16 comprándose todo el tiempo oportuno que queda, porque los días son inicuos.
14. ¿Qué nos ayudará a escoger entretenimiento adecuado?
14 Todos tenemos la libertad para escoger el entretenimiento que más nos guste o el que creamos mejor para nuestra familia. No obstante, siempre debemos tomar en cuenta que lo que elijamos esté de acuerdo con los principios de la Biblia.* Las diversiones sanas son un “don de Dios” (Ecl. 3:12, 13). Por supuesto, no todas las personas escogen lo mismo a la hora de divertirse (Gál. 6:4, 5). Pero, hagamos lo que hagamos, mantengamos el entretenimiento en el lugar que le corresponde. Jesús dijo: “Donde está tu tesoro, allí también estará tu corazón” (Mat. 6:21). Así que el amor sincero que sentimos por Jesús resultará en que nuestros pensamientos, conversaciones y acciones giren principalmente alrededor del Reino, no de los asuntos cotidianos (Filip. 1:9, 10).

LA LUCHA CONTRA EL MATERIALISMO

15, 16. a) ¿Cómo podría llegar a ser el materialismo una trampa para el cristiano? b) ¿Qué buen consejo dio Jesús sobre las cosas materiales?
15 Muchas personas están obsesionadas con lo último en cosas como la moda y los aparatos electrónicos. Por eso, los cristianos necesitamos analizar con frecuencia cuáles son nuestros deseos haciéndonos preguntas como estas: “¿Paso más tiempo mirando o pensando en los últimos automóviles o modas que en prepararme para las reuniones porque las cosas materiales son más importantes para mí? ¿Me preocupan tanto los asuntos cotidianos que dedico menos tiempo a orar y leer la Biblia?”. Si descubrimos que el amor por las cosas materiales es mayor que el que sentimos por Cristo, debemos reflexionar en sus palabras: “Guárdense de toda suerte de codicia” (Luc. 12:15). ¿Por qué dio esta seria advertencia?
16 Jesús dijo que “nadie puede servir como esclavo a dos amos” y que no podemos ser esclavos de Dios y de las riquezas. ¿Por qué? Porque ambos “amos” exigen devoción exclusiva. Quien trata de servir a los dos “odiará al uno y amará al otro, o se apegará al uno y despreciará al otro”, dijo Jesús (Mat. 6:24). Como somos imperfectos, todos debemos seguir luchando contra “los deseos de nuestra carne”, entre ellos el materialismo (Efes. 2:3).
17. a) ¿Por qué les cuesta a las personas carnales ver con equilibrio las cosas materiales? b) ¿Qué nos ayudará a luchar contra el materialismo?
17 A las personas con mente carnal les cuesta ver con equilibrio las cosas materiales, pues les cuesta darse cuenta de qué cosas son importantes para Dios (lea 1 Corintios 2:14). Cuando esto ocurre, les resulta más difícil ver la diferencia entre lo bueno y lo malo (Heb. 5:11-14). Como resultado, algunas desarrollan un deseo desmedido e insaciable por lo material (Ecl. 5:10). Afortunadamente, existe un antídoto para este problema: tomar con regularidad una dosis de la Palabra de Dios, la Biblia (1 Ped. 2:2). Tal como meditar en las verdades de Dios fortaleció a Jesús para resistir las tentaciones, seguir los principios de la Biblia nos ayuda a nosotros a luchar contra el materialismo (Mat. 4:8-10). Cuando lo hacemos, le demostramos a Jesús que lo amamos más que a cualquier cosa material.
(1 Corintios 2:14) Pero el hombre físico no recibe las cosas del espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no [las] puede llegar a conocer, porque se examinan espiritualmente.
¿Qué es lo más importante para usted? (Vea el párrafo 18).
18. ¿Qué está usted decidido a hacer?
18 Cuando Jesús le preguntó a Pedro: “¿Me amas más que a estos?”, le recordaba que tenía que poner en primer lugar las cosas espirituales. El nombre de Pedro significa “Trozo de Roca”, y él le hizo honor a su nombre, ya que mostró cualidades como las de una roca (Hech. 4:5-20). Nosotros también estamos decididos a seguir teniendo un amor inquebrantable por Cristo y poner en su debido lugar el empleo, las diversiones y las posesiones. Deseamos que las decisiones que tomemos demuestren que sentimos lo mismo que Pedro, que le contestó a Jesús: “Señor, tú sabes que te tengo cariño”.
Vea el artículo “¿Son sanas nuestras diversiones?”, de La Atalaya del 15 de octubre de 2011, páginas 9 a 12, párrafos 6 a 15.
¿QUÉ RESPONDERÍA?
  • ¿Cómo mantener el trabajo en el lugar que le corresponde?
  • ¿Qué nos ayudará a mantener las diversiones en su lugar?
  • ¿Cómo combatir eficazmente el materialismo?
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¡Adelante!

1. ¡Adelante, adelante a la madurez!
Crece cada vez más en conocimiento y fe.
Trata de mejorar siempre tu quehacer,
y Dios te bendecirá.
El mandato que nos dio el Señor,
cumplirás con gran dedicación.
Pide a Dios que te dé fuerzas y valor,
él no te abandonará.
2. ¡Adelante, adelante, sin desmayar!
Buenas nuevas eternas anuncia en todo hogar.
A Jehová, nuestro Rey, debes alabar,
su mensaje difundir.
No sucumbas jamás al temor,
nunca aflojes en tu comisión.
Deja oír la verdad con potente voz,
fiel mantente hasta el fin.
3. ¡Adelante, adelante! ¡Ni un paso atrás!
La labor grande es, hazte hábil y capaz.
Busca dar lo mejor de ti a Jehová,
solo así serás feliz.
Por amor ve a buscar con afán
al que quiera escuchar la verdad.
Con tu ayuda podrá madurez lograr
y la vida conseguir.
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